Un nuevo dia

Aquel complejo de edificios era como cualquier complejo de edificios engullido dentro de cualquier ciudad, pequeñas aéreas verdes rodeando enormes moles de concreto dentro de las cuales se alinean escaleras y puertas que contienen historias y secretos, con el tiempo se pueden llegar a conocer a aquellos que se ocultan detrás de esas puertas, sin embargo en ese edificio, concretamente en el departamento 321 sus ocupantes, esquivos y casi desconocidos, ocasionalmente se puede ver a una jovencita de catorce, quizás quince, años entrar al departamento, nunca la han visto en uniforme de alguna escuela, ni llevando libros, es la única persona que se ha visto entrar o salir, incluso es más común ver al gato, si, un gato totalmente blanco con inusuales ojos obscuros, lo han visto sentado junto a la puerta un minuto y al siguiente ya no está, los vecinos de los departamentos contiguos lo han visto tomando el sol sobre el balcón, no se ha visto a nadie más y cuando han llamado a la puerta nadie solo la niña, y eso cuando alguien sale.

-Filete . . . . filete . . . . filete-

Fifi se despertó de su siesta, el tibio sol de la tarde lo iluminaba, echado sobre el barandal, se había despertado con aquella idea en su cabeza, el gato se sentó y se estiro perezosamente y nuevamente se sentó mirando al horizonte, ya habían pasado dos años, quizás para un humano dos años no sean mucho, pero para un felino adulto dos años de su vida era mucho tiempo, Fifi había esperado a su amiga para el almuerzo, sin embargo ya estaba cerca el ocaso y ella no había llegado, miraba al horizonte, pensaba, finalmente se había decidido, dos años bien valían la pena celebrarse, ya fuera solo o acompañado,

El restaurant Fortuna no estaba lejos, Fifi solo debió caminar unas cuadras para llegar ahí, Fifi conocía la mente humana, después de todo el podía leerla, podía entrar a ella, podía manipularla, su facultad psíquica innata le permitía hacer eso. Cuando entro en el elegante restaurant el recepcionista vio a un hombre de negocios vestido de traje, el fue acompañado por una camarera hasta su mesa, pidió la especialidad de la casa filete embajador, le sirvieron vino, que no toco, manipular las mentes de los comensales a su alrededor era simple, pocos ponían atención en el, prácticamente nadie lo notaba.

Fifi comía tranquilamente su filete, al igual que todos, la explosión los tomo por sorpresa, el edificio se cimbro, algunas mesas se volcaron y un par de candiles se rompieron y cayeron al suelo, La mesa del felino se volcó, la confusión se rego en todos los presentes, el instinto del felino era el de escapar, se escabullo por el suelo, entre las mesas y objetos volcados, sus patas recién tocaban la acera fuera del restaurante, junto con algunas personas que pudieron abrirse paso hasta ahí, cuando una segunda explosión se produjo, Fifi fue arrojado sinsentido por la nueva explosión, aquello era solo el inicio de una tarde de pesadilla en Metro City.

Karina había llegado a Metro City, apenas hace 48 horas, recién llego al departamento recibió una llamada.

Seguramente el la había seguido desde que salió del aeropuerto, eso para el, que podía manipular cualquier tipo de tecnología era muy simple.

La llamada era una petición simple, que, por unos días cuidara a Silver, para Karina no era problema.

El podía manipular cualquier tecnología, excepto a Silver.

Silver no se podía describir como nada que existiera, Silver había sido engendrado por una inteligencia artificial que alguna vez controlara las unidades Spark, unidades robóticas que alguna vez patrullaron a Metro City, los reportes oficiales que se dieron a conocer de las razones por las cuales se descontinuó el empleo de las unidades Spark y del Norma fue su alto costo de mantenimiento y la inestabilidad de la inteligencia artificial , aquello era verdad a medias, la personalidad de Norma era muy variable si, su personalidad podía saltar de la literatura universal a artículos científicos o a caricaturas o programas de tv, hasta que tuvo contacto con el.

El contacto de ellos fue fugaz, el podría manipularla, pues ella era tecnología de punta, el entro en su programación, y ella entro en su mente, por un instante fueron uno, el jamás volvió a acercarse a Norma.

La inteligencia artificial tomo parte de la esencia de el y alrededor de esta comenzó a crear una nueva entidad.

Cinco años después de aquel encuentro el conoció a Silver, a su hijo engendrado por la inestable mentalidad de Norma.

Silver tenía la mentalidad de un niño, en un cuerpo artificial de autómata, el tomo a aquella maravilla que no era ni maquina ni humano bajo su cuidado, como si fuera su propio hijo, la mente de Silver era compleja, no podía ser manipulada por el, pues a pesar de ser tecnología pura, también tiene en su interior una voluntad que no puede ser manipulada.

Tan pronto como llego Karina al departamento fue recibida por Silver, la placa de plástico obscuro que proyectaba las expresiones faciales de lo que sería el rostro de Silver, donde se proyectaba una cálida sonrisa, fue un encuentro breve, el debía salir fuera de la ciudad, era un asunto personal en Norte América, por dos semanas ella debía cuidar a Silver hasta que regresara de su viaje.

Un par de horas después de que se quedara Karina al cuidado de Silver, la jovencita entraba a la habitación de Silver, ella había estado en el cuarto de alado meditando, ahora al entrar la habitación estaba vacía, Silver no estaba dentro, ella comenzó a buscar por toda la casa, debajo de las camas, dentro de los armarios, e incluso en el baño, la búsqueda fue inútil, no había rastro de Silver, Sin pensarlo más la chiquilla salió corriendo a la calle en busca de Silver.

Los ojos de Fifi se abrieron, lo primero que vieron fue a esa visión, aquellas cuencas huecas con esos brillantes puntitos estaban fijos en el.

-Hola Fifi, hace tiempo que no nos veíamos- dijo la muerte.

Fifi incorporo la cabeza, se movió un poco, al parecer no tenía nada roto, le dolía el cuerpo en varias partes, un corte en la pata, nada grave – Algo más de dos años – dijo mientras se incorporaba lentamente - ¿acaso estas aquí por mi?.

-Mira a tu alrededor, es por esto que estoy aquí, pero aprovechando este encuentro, ven acompáñame, camina a mi lado mientras hago mi recorrido- Dijo la muerte.

El gato se incorporo y camino a lado de la figura espectral, nadie, salvo su acompañante la podía ver mientras la muerte cosechaba el alma de los muertos.

-Sabes que no me agradan los inmortales- Dijo la muerte.

-Eso quedo claro en aquella ocasión- Intervino el gato-¿a qué viene todo esto?.

-Eventualmente escojo representantes que van por el mundo cumpliendo encomiendas especiales para mí y que al final, después de cumplirlas, los dones que les he otorgado les son retirados, pero hubo un caso, uno único, que aprovecho su tiempo para aprender más de lo que debía, así que después de cumplir con la encomienda desapareció-

El gato se detuvo y miro a la muerte - Creí que nadie podía escaparse de ti.

Es un . . . caso exepcional, el se ha estado burlado de mi por mucho tiempo, y como sabes nadie se burla de mi.

-No, no volveré a ser tu agente, yo no volveré a trabajar para ti- Replico el gato quien se había detenido y comenzaba a darse media vuelta.

-Ustedes estaban en deuda conmigo, debieron trabajar para mi para saldar su deuda-

-Yo no me enfrentare a este fugitivo, no lo buscare no acabare con un problema que es puramente tuyo.- El gato comenzó a alejarse

Una risa cascada resonó en las orejas del gato – Ya lo harás, ya lo harás porque el vendrá por ti- Dijo la muerte, Fifi volteo solo para ver como la figura espectral se disolvía en el aire.

Miro a su alrededor, habían caminado hasta el salón donde habían ocurrido las explosiones, no podía haber nadie vivo ahí, el felino sintió un escalofrió recorriéndole el lomo y se apresuro a salir del edificio.

Mientras el gato salía un hombre oculto en las sombras lo miraba alejarse, los ojos del desconocido percibían no solo al felino, percibían el tiempo que a este y a cualquier otro ser vivo le restaba de vida, pero además veía en el gato la marca que solo los agentes de la muerte poseen.

El transito era muy pesado, en las calles la gente avanzaba rítmicamente, como si todos marcharan a un mismo ritmo cadencioso y lento, una joven se deslizaba en sentido opuesto al que la multitud se movía, avanzaba rápidamente, apartando, escurriéndose, esquivando, a aquella masa de gente que tenía delante.

La esencia dentro de la jovencita había vivido muchas vidas, en un principio empezó como un niño llevado a un monasterio en alguna aldea en lo profundo de lo que actualmente es China, ahí aprendió técnicas de lucha con y sin armas, remedios médicos ancestrales, pero antes de que pudiera concluir su entrenamiento como moje, el monasterio fue atacado, sus defensores fueron reducidos y al final termino cuidando los pergaminos que fueron sacados del monasterio que oculto en las montañas, al estudiar los pergaminos adquirió más conocimientos, entre los que descubrió la forma de reencarnar, reencarno varias veces, algunas como hombre, otras como mujer, pero siempre tuvo una única misión que había sido su elección, buscar y custodiar los objetos místicos y mágicos de las civilizaciones olvidadas, pero no por eso han perdido su poder.

Ahora afrontaba un reto como pocos que hubiera enfrentado, corría por las calles buscando a Silver un pequeño robot con una inteligencia artificial única. Ella podía sentir la presencia de cada persona a su alrededor, sin embargo Silver no podía ser catalogado como tal; la joven seguía corriendo, cuando llego a la esquina se detuvo abruptamente, a sus pies un chico, un jovencito de quince años, cayó al suelo, Karina lo miro con lastima y le extendió una mano para ayudar a chico.

-Gracias- Murmuro, se sacudió un poco la ropa y comenzó a andar.

Un ruido, algo asi como un zumbido, alerto a Karina, miro arriba para ver una cubeta sujetada a una cuerda en caída libre en dirección al joven, la reacción fue instantánea, sus reflejos veloces como el rayo apartaron del peligro que caía sobre el chico.

El chico vio la cubeta en el suelo con su contenido desparramado por el suelo, luego fijo su mirada en Karina, la expresión del muchacho era de temor y sorpresa – Aléjate de mi- Fue lo primero que dijo cuando pudo reaccionar apartando a Karina y salió corriendo hacia la avenida, piso una coladera que cedió bajo su peso y el chico volvió a caer, Karina lanzo un suspiro y se acerco a ayudar al chico nuevamente.

Los ojos de el se posaron en la joven, finamente acepto la mano de Karina, el chico permaneció con la cabeza gacha y nuevamente murmuro un gracias.

Karina camino con el chico por la calle, por casi una cuadra permaneció callado.

-No deberías caminar a mi lado- Dijo rompiendo el silencio – yo atraigo a la mala suerte-

Karina lo miro extrañado.

-Por eso debo encontrar a mi hermana- Continuo el- yo me llamo Yoshua, ella se llama Melanie, somos gemelos, por alguna razón extraña yo atraigo mala suerte para mí y para los que están cerca y ella atrae la buena suerte, solo cuando estamos juntos este efecto se anula y todo va bien, pocas veces nos alejamos y nadie sabía de eso, o eso creía, pero hoy, mientras estábamos en el orfanato una de las mujeres que nos cuidan tomo a mi hermana y se la llevo, así que me escape para buscarla, seguía el auto cuando nos encontramos y ahora ya no se a donde seguir.

Ambos se detuvieron en la esquina para esperar el alto el silbido de un camión los alerto, un camión sin control se avalanzaba contra ellos..

Camiones de bomberos, autos policiacos y ambulancias llegaron en un tropel de sirenas y luces, el gato desde una cornisa del edificio a media cuadra de la explosión podía sentir la confusión de los heridos y peatones, la incertidumbre de los cuerpos de emergencia, la ira e impotencia de otros, los paramédicos comenzaron a sacar heridos y a subirlos a las ambulancias para salir enseguida para atenderlos en los hospitales cercanos, solo, había algo, algo que le hacía erizar los pelos del lomo del gato y entonces sucedió, de los escombros del edificio sacaron un cuerpo, un hombre muy mal herido.

El gato se concentro y entro en la mente de los paramédicos que llevaban al homnre

--Es un milagro que siga vivo—Capto en el primero de ellos

--Pobre sujeto—Pensaba el segundo – no creo que llegue vivo al hospital—

El hombre tenía intensas quemaduras, su brazo derecho estaba cercenado arriba del codo, las costillas rotas habían atravesado uno de sus pulmones, y aun con esas heridas graves la mente del hombre estaba serena.

Los paramédicos subieron el cuerpo a la ambulancia y procedieron a estabilizarlo, uno de los médicos le abrió la camisa para conectarlo a los aparatos de soporte vital cuando el herido se aferro al pecho de sus ropas y lo jalo hacia su maltrecho rostro.

-Cálmese, estará bien, pronto lo llevaremos al hospital- Dijo el médico, tratando de soltarse del agarre del herido, el paramédico a un lado preparo una jeringa con anestesia, pero antes de que este pudiera inyectarlo el herido arrojo al hombre que tenia sujeto, para tomar al paramédico por detrás de la cabeza y jalarlo hasta su propio rostro, el herido era demasiado fuerte, el paramédico no se podía soltar del agarre, sus rostros estaban tan juntos que casi se tocaban, el herido abrió su boca y un tenue vapor luminoso salió de esta para introducirse en la boca del paramédico, este trato de gritar pero de su boca no salió ningún ruido, en su lugar salió un vapor semejante al del herido que se introdujo en el hombre que lo tenía inmovilizado, aquello no duro mas que un par de segundos, el médico a un lado se incorporo, tomo la jeringa y le inyecto en el cuello, el agarre de aquel hombre herido se hizo más débil hasta que el paramédico se soltó y cayó al suelo, el médico sujeto al hombre a la camilla, este se agito violentamente hasta que fue decayendo y el cuerpo quedo inmóvil.

El paramédico se incorporo mientras el médico examinaba al herido, solo para finalmente mover la cabeza de forma negativa y cubrir la cara del hombre con una sabana, el paramédico se paro detrás de su compañero y puso una mano en el hombro, este giro un poco la cabeza, cuando estaba a punto de decir algo el paramédico lo empujo hacia la pared mas cercana las manos del paramédico sujetaron con firmeza la cabeza de este y se coloco cara a cara y nuevamente se repitió el intercambio de aquel resplandor entre ambos, cuando la escena termino el paramédico comenzó a golpear la cabeza del doctor contra la pares de la ambulancia hasta que el medico murió, el paramédico dejo ahí los cuerpos y salió de la ambulancia para confundirse entre los demás cuerpos de emergencia.

El gato se había enlazado psíquicamente con el médico, había visto de primera mano todos los acontecimientos aquel hombre, el herido era el ser del que había hablado la muerte

El camión avanzaba sin control, golpeo un auto y se enfilo hacia los dos chicos, Karina tomo al chico de la mano y lo jalo, el chico se negó a avanzar, la joven le golpeo con los dedos en un par de puntos en el pecho, lo jalo nuevamente y esta vez el chico la siguió, el chico no quería moverse, pero sus piernas se movían ajenas a su voluntad, la jovencita avanzo jalando a Yoshua en dirección al camión, el chofer los vio e intento cambiar bruscamente la dirección y esto hizo que el camión se volteara.

Karina corría hacia el camión, iba a pasar por un lado, esquivándolo, cuando el camión se volteo sin control directo a embestirlos, Karina se detuvo de improviso, uso la velocidad que llevaba para hacer un pivote, empleo el peso de Yoshua para aumentar la velocidad de giro y arrojarlo con fuerza y a una buena distancia al joven lejos del peligro, con el impulso obtenido de arrojar al Yoshua salto y giro para evitar al camión, que comenzaba a girar por el peso de la carga, Karina callo en el pavimento girando para detenerse hasta estar junto a Yoshua que seguía en el piso, ella lo tomo de la mano, lo levanto y comenzó a correr con el chico.

-Déjame ir, solo te traeré probleas- grito el joven

-Calla y sígueme-

Ambos chicos siguieron corriendo por varias calles hasta que llegaron a un área de departamentos, donde entraron a un edificio, subieron corriendo hasta un departamento, al que entraron deprisa.

Cuando Karina solto aYoshua este callo al piso sosteniéndose en sus manos, Karina comenzó a llamar a fifi pero no hubo respuesta, en ese momento se dio cuenta de que el chico no se levantaba, ella giro hacia Yoshua, lo tomo del hombro para enderezarlo, nuevamente golpeo con los dedos en otras partes distintas y Yoshua volvió a sentir que podía controlar nuevamente su cuerpo, la chica se levanto y se dirigio hacia el final de pasillo, Yoshua aun jadeante se incorporo lentamente.

-Quítate la camisa- Ordeno Karina

Yoshua abrió enormes los ojos – ¿q – que?, no, no – Yoshua llevo sus brazos a su pecho.

Se podía oir a la chica revolver cosas alla dentro -Chico estúpido no tienes nada que no halla visto- Grito Karina desde dentro de una habitación.

Yoshua no lo pensó mas y se dirigió hacia la puerta, al poner su mano en la puerta unos símbolos desconocidos se hicieron visibles sobre esta, el chico intento accionar la cerradura pero esta no habría, dio un paso atrás para embestir la puerta con el hombro pero al chocar contra esta fue arrojado al suelo, Karina salió de la habitación con varios objetos en las manos y al ver a Yoshua en el piso se detuvo.

-Escucha, solo quiero ayudarte- Karina camino hasta la mesa donde puso los objetos que llevaba y donde tomo asiento. –Jamas habia visto una alteración del equilibrio a una magnitud como la que hay en ti, eso no es natural, quiero averiguar que lo causa, por eso quiero ayudarte.

-¿Quién? ¿Quién eres tu?- Yoshua se levanto lentamente.

-Toma asiento y te lo explicare-

Yoshua se levanto, miro la puerta, puso nuevamente la mano en la puerta y nuevamente los símbolos reaparecieron en ella, intento raspar uno de aquellos símbolos y al hacerlo sintió una sensación gélida recorrerle la mano, miro a su alrededor y noto en las paredes objetos diversos de apariencia antigua, miro a la chica quien estaba sentada con las manos entrelazadas sobre la mesa.

-Solo yo y Fifi podemos entrar o salir de este departamento, si es tu deseo, te abriré la puerta, pero realmente no deberías despreciar mi ayuda- Dijo la chica sin mirar a Yoshua.

-¿Cómo podrías hacerlo?.

Karina tomo en su mano una pequeña esfera de jade -He reencarnado varias veces, he vivido varias vidas, he acumulado objetos y experiencias, y en todas mis vidas no he visto a nadie que altere las probabilidades a tal extremo como lo haces tú, toma asiento y te contare mas- la esfera flotaba varios centímetros sobre su palma.

Yoshua miro aquello incrédulo, lo pensó por un instante y finamente avanzo hasta la silla delante de Karina. Ambos jóvenes estuvieron hablando por un largo tiempo, la tarde avanzaba y pronto obscurecería.

-¿Cómo me ayudaras a encontrar a mi hermana?-

Karina extendió sobre la mesa un mapa de la ciudad –Ustedes son gemelos, son especiales, comparten una unión mas fuerte que cualquier persona, son dos partes de un imán y como un imán ambos se atraen – ella estiro la mano y tomo un par de cabellos de Yoshua y los puso sobre un cenicero de plata, vertió un poco de licor en el y lo encendió. Ardió por un par de segundos y le pidió al chico que escupiera en el cenicero, esto hizo que la flama se apagara y una nubecilla salió del cenicero, no se elevo más que un par de centímetros del mapa, se movió por encima de el hasta un punto especifico, donde se detuvo y finalmente se desvaneció.

-Ahí está tu hermana, ahí es a donde la buscaremos, pero antes de irnos debo hacer algo para anular en algo tu distorcion de la suerte - Karina tomo un pincel y un recipiente con una tintura ocre- Asi que quitate la camiseta.

EL gato salto de la cornisa al interior del edificio comenzó a correr por el pasillo.

-Ven gatito gatito, ven por mi- La voz resonó por los pasillos, Fifi se detuvo e intento ubicar a aquel hombre – Es la primera vez que me envía a un animalito insignificante- La voz paresia surgir de cada puerta en el pasillo, las orejas del gato se movían buscando el origen de la voz, mientras usaba sus facultades psíquicas para hallar a aquel individuo, percibía las mentes de las personas en los departamentos, preocupación y miedo causados por el incidente del edificio de enfrente, se concentro mas, aquello era agotador, se concentro mas y busco en las mentes si alguien veía al paramédico pero no hallo nada, busco mas pero parecía inútil, escucho pasos y se replegó contra la pared. Se concentro en la mente de aquel hombre, quería pasar desapercibido, desaparecer de su percepción del pasillo, sin embargo la mente del hombre era como un vacio, no parecía haber nada, no había pensamientos, no había memorias, no había miedos, una nada mental absoluta; Fifi no pudo hacer otra cosa que estremecerse y retroceder, corrió hacia el departamento por donde había entrado pero la puerta estaba cerrada, el gato miro atrás el hombre estaba ahí parado mirando, solo mirando.

-En todo este tiempo me habían enviado toda clase de criaturas, seres horrendos que jamás han sido vistos en este mundo, me ha mandado tantos agentes que ya he perdido la cuenta y ahora tu, creo que se le acaban las ideas- Dijo el hombre.

Fifi estaba confuso seguía intentando contactar con aquel vacio que era la mente del sujeto pero era inútil, deseaba gritarle en su cabeza que él no era un agente mas, que ya quería tener nada que ver con al muerta, pero solo se encontraba con aquel vacio que era su mente.

-Tantos años -continuo el- tantos años hace que fui su agente y al final se volvió contra mi, yo he sido mas listo, he escapado de cada una de sus trampas y ahora me envía un gato, un simple gato, el hombre se dispuso a correr contra el gato pero una mano lo detuvo del hombro, un hombre habia salido del departamento justo detrás de el.

-Las apariencias engañan- dijo el hombre que lo sujetaban

Una mujer salió de la puerta derecha delante de el sujetando un jarrón que estrello contra la cara del hombre inmovilizado.

-Nada de simple gato, el nombre es Fifi y no soy su agente-Dijo la mujer.

Fifi habia fallado en contactar la mente del hombre, pero haciendo un esfuerzo mayor pudo controlar a aquellas personas que le permitieron escapar por otra ventana, cuando elhombre se recupero salió a la calle, aun habia desconcierto por la explosión y los cuerpos de emergencia se retiraban.

-Puedes correr gato, pero el sello que ha puesto sobre ti la muerte no puede ser ocultado- El hombre sonrió y comenzó a caminar siguiendo la reluciente marca etérea que la muerte ponía sobre sus agentes.

Continuara…

Una motoneta se movía por entre el tráfico, Karina la conducía con precaución, ella sabía que no podía restringir totalmente la afectación de las probabilidades que Yoshua causaba a su alrededor y no quería tener contratiempos, esquivo los vehículos, avanzando cada vez mas y mas pronto dejaron atrás la zona residencial dando lugar a los edificios de oficinas siguieron avanzando hasta las afueras, la universidad estaba próxima, por suerte el trafico había disminuido pues la noche había caído y todos volvían a sus casas.

Entraron en el estacionamiento y se dirigieron a la avenida principal que cruzaban todas las instalaciones, pero unos metros adelante una patrulla y un par de policías cerraban la avenida, al motoneta freno.

-Vuelvan a sus casas mocosos, la universidad esta cerrada- Grito uno de los policías.

-Buscamos a mi hermana, ella esta ahí adentro- Grito Yoshua.

-Sujétate fuerte- Dijo Karina en voz baja.

-Tienen cinco segundos o los llevaremos detenidos por irrumpir en una zona de acceso restringido- Grito el otro.

Un helicóptero volo sobre ellos a tan baja altura que el aire del rotor los envolvió al pasar, los policías miraron en la dirección en la que se alejaba el helicóptero, Karina aprovechó y acelero la motoneta esquivo a los policías y a las patrullas, lo inesperado de la maniobra casi hace que Yoshua callera del vehículo de no ser por la advertencia previa de Karina.

-Disparos, nos están disparando- Grito Yoshua.

-Son de Advertencia- Replico Karina- si quisieran hacernos daño . . .

Una bala le golpeo en el casco de la chica ella dirigió la motoneta por la esquina mas próxima, subió a uno de los jardines, la sirena de la policía se acercaba, debía perderlos y pronto o terminarían en la cárcel, se dirigió a unos arbustos y apago la motoneta, el sonido de las sirenas se alejo, los dos jóvenes bajaron.

-Debemos seguir a pie- Dijo la chica mientras se quitaba el casco, Yoshua la imito, comenzaron a caminar el sonido de una motocicleta los alerto, salto los arbustos detrás de ellos y freno en una espectacular barrida delante de ellos, la luz de la moto los ilumino, de ella bajo un hombre en uniforme militar apuntándoles con su arma.

-Quietos ahí mientras llega la patrulla, no quiero dispararles, pero si se mueven lo hare- Dijo el.

Los chicos levantaron las manos, Yoshua dio un pequeño paso hacia atrás y el soldado le apunto y Yoshua se quedo quieto, la motoneta detrás de ellos perdió el equilibrio y cayó al suelo el soldado reacciono apuntando, Karina aprobecho el instante de distracción y quito una aguja de hueso con que adornaba su cabello y la lanzo al cuello del soldado el ataque le paralizo el brazo que callo colgando como si fuera de trapo, la chica cubrió la distancia en ella y el soldado en un parpadeo y golpeándolo en varios puntos lo dejo noqueado en el suelo.

-Yoshua tenemos transporte, mas rápido y nadie nos espera en el-

Llegaron a la facultad de Fisica de la universidad, era el único edificio iluminado, Karina esperaba encontrar vigilancia, mas policías o militares, pero nada de eso habia ai, entraron por la puerta principal y siguieron las luces hasta el sotano, mientras avanzaban escucharon el zumbido de maquinaria, al acercarse más escucharon murmullos, la universidad tenia un acelerador de partículas y en aquel momento estaba activado.

Los dos jóvenes entraron, dentro en la sala de control todos los monitores traducían la información que los sensores captaban de las partículas generadas por los choques en el acelerador, la pared estaba cubierta de ecuaciones, Karina miraba las ecuaciones, la pared, el piso todo estaba cubierto de cifras y ecuaciones, Yoshua se guio por los murmullos y grito cuando dio con el causante de los gritos.

-No, no podemos, eso no puede ser, no podemos- decía una y otra vez

Karina llego a lado de Yoshua, en la bata del científico habia un gafete con el nombre de Dr. Tomson.

-Doctor Tomson, ¿ha donde han llevado a la chica?- Pregunto Karina

-Ella ella estuvo aquí, ella, la ecuación . . . . todos moriremos, todos . . . ella no nos salvara, ….. debe haber un error, la ecuación . .. . . debe tener un error-

continuara

Fifi corrió se interno en el parque se oculto por entre los matorrales avanzo lento, no sabía si aquel tipo lo seguía, debía estar seguro de que no lo siguiera, las últimas palabras de la muerte le resonaban en su cabeza “ya lo harás porque el vendrá por ti”, la muerte lo estaba usando para terminar con un cabo suelto que ahora lo perseguía, no tenia opción debía hacerse cargo, debía alejarse para evitar que más personas resultaran heridas.

 


El gato cruzo el parque hasta la avenida, se detuvo en la banqueta hasta que diviso un taxi, un poco de concentración haría el truco.


 


El taxista vio a un joven vestido de ropa casual que le hacia la parada, se orillo y le abrió la puerta, el joven entro y se acomodo en el asiento trasero, el joven le indico como destino los muelles, el taxi comenzó a avanzar, sería un viaje largo, el taxista intento hacer conversación, pero por toda respuesta solo obtuvo el silencio, el joven no respondía y miraba constantemente por las ventanillas como si buscara algo.


 


El tránsito era regular, gente volviendo a sus hogares, el avance fue lento, el pasajero en el asiento trasero pareció relajarse conforme pasaba el tiempo, también los autos disminuían conforme se alejaban, el taxista encendió el radio la música tomo por sorpresa al pasajero que pareció saltar con las primeras notas haciéndole volver la cabeza y clavar su extraña mirada en el aparato de radio, el taxista sonrió sarcástico estaba a punto de hacer un comentario cuando otro auto lo golpeo por detrás, el taxista se aferro al volante para evitar perder el control, otra embestida mas al parachoques el taxista miro hacia atrás por el espejo y su pasajero fue sustituido por un gato y eso fue lo ultimo que vio.


 


Desde el primer golpe Fifi intento contactar con la mente del chofer agresor pero solo hallo un hueco en el, con el segundo golpe Fifi decidió tomar el control del auto y con concentración se hizo de la mente del conductor, piso el acelerador y el auto se lanzo de frente, estuvo a punto de chocar con el auto de enfrente, aferrado al volante evito el choque dirigiendo el auto a la vacía banqueta, impacto unos botes de basura y se adelanto a los autos, el otro les siguió subiendo a la banqueta, con otro golpe del volante volvió a la carretera aprovechando un hueco, lo que le gano una profusa silbatina por parte de los otros autos, continuo acelerando esquivo mas autos, subió al camellón y derribo un par de arbolitos que no lo detuvieron, delante un semáforo en rojo no lo detuvo al llegar a la esquina, jalo el freno de mano y mantuvo la aceleración, las llantas chillaron y el auto deslizo su parte trasera por la calle quedando en contrasentido a la circulación, el freno de mano fue liberado y de nuevo el auto se proyecto en loca  carrera en sentido contrario, el perseguidor intento seguirle el paso en la maniobra y por el retrovisor vio como era impactado por otro auto.


 


Fifi esquivo auto tras auto en la primera esquina viro enérgicamente y el auto volvió a retomar su circulación, bajo un poco la velocidad y se alejo, por el retrovisor vio patrullas en dirección al accidente.


 


Fifi dirigió el taxi hasta las afueras del la ciudad, todo a su alrededor era obscuridad, pocos autos se encontraron en contrasentido, estaba por cruzar el puente cuando un auto patrulla embistió al taxi en un costado arrojándolo fuera de la carretera dando vueltas ambos autos salieron de la carretera para detenerse muy cerca de la orilla, fifi salió del auto por una ventana rota, el auto volteado con las ruedas hacia arriba comenzaba a humear, el policía pateo la puerta y salió renqueando un poco.


 


-Tu, Fifi, haz resultado más interesante, pensé que te acabaría en dos minutos, me alégro ver que me equivoque.


 


El gato busco la mente del taxista, pero este estaba inconsciente, el gato se agazapo detrás de unas rocas, pero eso no impidió que el sujeto percibiera el sello de la muerte, el hombre se asomo por encima de las rocas, el gato se lanzo con las garras por delante clavándose en los ojos del tipo, que grito presa del dolor, el sujeto al gato por medio cuerpo y lo lanzo lejos, las patas del gato estaban enteramente tintas en sangre, el sujeto gritaba y maldecía totalmente ciego, detrás de Fifi el taxi comenzaba a incendiarse, el hombre intentaba avanzar, Fifi se lanzo contra las piernas del hombre este que intentaba avanzar se tropezó con el gato, trastabillo y cayó de bruces al suelo en dirección al taxi, Fifi corrió, quería sacar al taxista, ese pobre hombre no tenia culpa alguna, Fifi intento levantarlo arañándolo y mordiéndolo en la cara pero el hombre apenas si se movía, Fifi se desesperaba, el fuego se extendía, fifi no podía hacer nada, el sujeto se arrastro hasta el taxi, sus manos se estiraron hasta que tocaron la pierna del conductor, Fifi bufo y antes de que pudiera hacer otra cosa el taxista lo sujeto del cuello, Fifi intento calmar al hombre, pero la mente de este era solo un hueco, del otro lado el cuerpo del policia estaba en el suelo inerte.


 


El taxista sujeto al gato del cuello con una mano, mientras que la otra se apoyo en su pecho fifi movió con desesperación sus extremidades pero era inútil, el hombre alejo su mano del pecho del gato en su palma una luz etérea, una flama invisible para ojos humanos, el hombre le había arrancado su esencia junto con la marca que la muerte le había puesto como su propia marca, el hombre lanzo el cuerpo del felino a la orilla del rio y se alejo caminando lentamente.


 


-

Karina avanzo hacia el Dr. Thompson – ¿Para que quieren a la chica?, ¿por qué han venido aquí?-

El Dr. Thompsonse dio la vuelta y recomenzó a garabatear números en la pared ignorando a los jóvenes.

Karina se acerco con decisión y sujeto al doctor del hombro

-Míreme- Ordeno la chica con voz firme. Las manos de la joven sujetaron firmemente la cabeza del doctor, el balbuceo del doctor comenzó a bajar hasta convertirse en un murmullo.

-¿Qué haces?- La voz de Yoshua sonó desesperada mirando alternativamente al doctor y a la puerta.

-Lo he hipnotizado, su mente estaba muy agitada, solo así podemos calmarlo y obtener información- La voz de la joven era pausada y sin emoción.

-Ahora Doctor Tompson, todo a su alrededor ha desaparecido, está en un lugar donde nada ni nadie puede dañarlo, está usted en un lugar seguro- La voz de la joven seguía siendo pausada y monótona, el cuerpo del doctor se relajo y el murmullo ceso – En la facultad han venido personas ajenas, ¿sabe quiénes son?.

-Vinieron, ellos se identificaron como militares- Respondió con voz serena.

-¿Alguien más ha venido con ellos?- volvió a interrogar Karina

-Alguien más, una jovencita-

--¿A que la han traído?-

El hombre se agito y su respiración se agito – Ella, ella, nadie puede hacer lo que ella hace.

-Usted está en un lugar seguro. . . . ¿Para que la trajeron? ¿Qué es lo que hace esta joven?- Hablo Karina.

-Ellos –comenzó a murmurar el doctor Tompson- Trajeron a esta chica, ellos deseaban comprobar algo – nuevamente su respiración se agito. – Antes de traer a la chica echaron a andar el acelerador de partículas, por horas registraron y grabaron los choque de las partículas, todo paso de forma normal, los choques dieron lo que las ecuaciones esperaban, solo partículas de corta vida, como siempre. -El doctor trago saliva- Apagaron el acelerador e hicieron entrar a aquella jovencita, ella ocupo un lugar a lado de la maquinaria, nuevamente registraron los choque de las partículas . . . . –la mandíbula del doctor comenzó a temblar, su respiración se agito- Los choques comenzaron a ocurrir, los instrumentos registraron los resultados, una de los ordenadores detecto un boson, , apenas fue registrado por los aparatos, lo suficiente para alterar los sitemas, después, volvió a ocurrir, el boson de Higgs se hizo presente, nuevamente, una vez mas y otra y otra – La voz del Doctor Thompson se elevo y se lleno de emoción, una emoción casi maniática – por décadas ha sido buscado, aceleradores mas grandes, computadoras mas potentes lo han buscado y nada, y ahora en menos de una hora los procesadores de los sensores estaban saturados, la partícula de dios estaba presente, fuimos testigos de la mano de dios.

Las manos del doctor sujetaron con fuerza los brazos de Karina, la febrilidad del doctor estaba por romper el vínculo que la chica había creado, Karina opuso su voluntad a la del doctor nuevamente tomo el control.

-¿A dónde la han llevado?.

-B.A.S.T.I.O.N., ellos se la han llevado- Respondio.

-Quien es B.A.S.T.I.O.N, donde la han llevado- Grito Yoshua

Karina soltó al doctor Thompson y lanzo un suspiro – Es algo muy complejo-  finalmente dijo Karina

Lo que alguna vea había sido Fifi había sido arrancado de su forma física, sus recuerdos, sus experiencias, su esencia, todo ello fue desmenuzado y remolido he incorporado en lo que parecía un remolino donde otras tantas esencias de otros tantos seres que se habían cruzado con aquel sujeto habían sido incorporados.

La muerte sujetaba en su mano un reloj de arena, en la base se leía el nombre de Fifi, unos instantes antes el reloj contenía una cantidad moderada de arena, la muerte había contemplado el reloj desde hacia algo de tiempo, había visto como la arena en el interior de este caía acompasadamente, como siempre, durante el tiempo que lo miro vio como en un instante la arena desapareció, ciertamente no era la primera vez que observaba este suceso, lo había visto antes, levanto su cara hacia el horizonte y con un simple deseo se traslado junto al cuerpo de Fifi, había algunas patrullas y un par de ambulancias, la muerte erguida junto al rio apenas se digno dar una mirada a la escena. Después de todo nadie podía verla a menos que ella lo deseara, por un par de segundos miró el cuerpo del gato arrojado a la orilla del rio, se inclino y recogió el cuerpecillo del gato.

-¿Sigues enviando a esas inútiles criaturas para hacer tu trabajo?- Sonó una voz a un costado de la muerte.

La muerte giro su cabeza para ver a quien hablaba, pero ella no percibía a nadie, miro al gato y nuevamente miro a su alrededor, y nada; con el gato en su mano nuevamente deseó alejarse y ahora estaba sobre el edificio más alto de Metro City.

-Se que aun me oyes, no tiene caso que me ignores- Una carcajada resonó en el techo del edificio.

En la mano de la muerte se materializo una guadaña y lanzo un amplio corte formando un círculo.

-Eso es inútil, tan inútil como todos los enviados que has lanzado contra mí, tan inútil como ese detestable gato que sostienes.- -los ojos de la muerte escrutaron el techo, pero no percibía absolutamente nada a pesar de que a menos de un palmo de la muerte el rostro de aquel sujeto se encaraba mirando fijamente los dos puntitos brillantes que eran los ojos de la muerte.

-Nadie puede evitarme, y lo sabes Sibastic, tú, mi mejor agente, lo debes saber, mi propósito no puede ser evitado- La voz de la muerte se elevo con un toque de ira.

-Yo te he evitado, y aun ahora eres incapaz de percibirme, tu propósito es inútil conmigo- Sibastic daba vuelta alrededor de la muerte.

Nuevamente la guadaña silbó al comenzar a trazar un círculo mortal pero fue detenido por las manos de aquel hombre que sujeto el mango negro de la guadaña.

-Esto es inútil- Dijo Sibastic y sus manos se volvieron negras y la guadaña se hizo humo, la muerte dio un medio paso a atrás.

La risa cascada de la muerte resonó en el techo de aquel edificio, la sonrisa de Sibastic se transformo en un gesto de ira.

-¿De qué te ríes?- Grito con furia apretando los puños.

-Tu temor hacia mí es grande, quizás más aun que la primera vez que me presente ante ti. Quizas mas una que cuando me servías- Dijo la muerte de modo despectivo dando media vuelta y alejándose

Sibastic enrojeció de ira y en sus manos se materializo al guadaña de la muerte, la hoja silvo, la muerte substituyo al gato que llevaba por una espada de hoja curva; las hojas de las armas chocaron sacando chispas la figura de Sibastic permanecía imperceptible sin embargo la guadaña era visible.

-¿Que es lo que pretendes?, ¿acaso piensas que puedes poner fin a mi existencia, a mi propósito?, soy el fiel de la balanza – Chispas volaban con cada choque de las hojas de las armas.

La guadaña realizo un corte descendente y la hoja de clavo en el suelo pero la muerte no estaba ahí, con solo desearlo apareció detrás con fuerza sostuvo el mango mientras con la espada lanzo varias estocadas sin embargo la guadaña no parecía ser sujeta por nadie.

-Peleas bien contra una marioneta- Dijo una voz detrás.

La muerte intento girar pero la mano que sujetaba la guadaña estaba adherida a ella, la muerte intento reaparecer en otro lado pero eso tampoco fue posible.

Sibastic avanzo hacia la muerte por un costado empuñaba la guadaña real, la muerte volvió la cabeza para mirarlo, Sibastic no fue consciente que en esos últimos segundos había vuelto a ser percibido por la muerte.

-Adiós fiel de la balanza - Sibastic levanto la guadaña por sobre su cabeza y dejo caer el filo acerado sobre su presa.

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Una luz, vio una luz, era algo, algo como, era un recuerdo, era un callejón era frio y obscuro, recordó una voz, no era capaz de ver, no aun, no entendía, sintió el tacto de aquel hombre, era cálido, sintió como fue envuelto en algo, recordó el sol iluminándolo, calentándolo, no pudo reconocer las palabras que aquella voz pronunciaba, solo una de ella, solo Fifi