Evento especial: Atlantida ocaso en la tierra

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Luego de una platica entre varios roleros surgio esta idea que esperamos sea de su total agrado se involucraran todos los usuarios activos de este juego si es que asi lo desean.

Sean bienvenidos a esto y diviertanse.

Las olas galopan con potencia y majestuosidad y se acercan impertérritas a la playa donde abandonan su esfuerzo y terminan solo por acariciar la granulosa tierra que se agasaja con el toque salino del agua de mar.

Pero no esta vez.

La ola se ha negado a ablandarse ante su amada eterna y golpea con inmensa furia la costa en un oleaje agresivo inconmensurable.

La raíz de todo proviene de miles de kilómetros mar adentro donde un burbujeo incesante de la espuma del mar empuja con denuedo el líquido marino hacia todas direcciones.

Del centro emerge una construcción apoteósica que el planeta no ha visto en milenios y que el mismo planeta no creyó volver a ver jamás.

El continente recién emergido se agolpa en su antiguo territorio exigiendo su lugar que por derecho e historia le corresponde.

Dentro de sus murallas yace tecnología que el hombre no verá en muchos milenios más y magia tan críptica que los hechiceros desconocen en su totalidad.

Garamet: El día de hoy hemos regresado porque nuestros soportes vitales han vuelto a recuperar su poder al máximo. Se mis súbditos leales que la espera ha sido tediosa y que el encierro doloroso. Contemplad nuestro reino en toda su magnitud; que nadie dude que hemos regresado.


Al unísono las vivas y los brazos levantados previendo una victoria anticipada surgieron en cascada.

Durante la última extinción masiva producida por un meteoro que sacudió los cimientos de la Tierra hasta sus raíces, el reino de la Atlántida se dio a la tarea de salvaguardar su potestad en un escudo mágico y en una instalación construida en el centro del planeta.

No sólo eso intentó salvaguardar el mayor número de especies en su reino y dar asilo a la mayor cantidad de población humana que pudiera.

Ahora en su regreso encuentra que nadie ha ocupado su lugar como gobernante de la Tierra, nadie que se dedique a proteger y mantener un orden mundial imperecedero.

En su lugar encuentra pequeños feudos que se hacen llamar reinos con vulgares y patéticos sujetos que denuestan el concepto de rey con sus ambiciones desmedidas ,su arrogancia sin límites y su despotismo a flor de piel.

Eso debe cambiar.


Sura: Mi señor la situación es insostenible no hay reino en el último siglo que no haya participado en una guerra o apoyado una incursión bélica contra otro hermano suyo.

Garamet: Y esa es la principal razón por la que anticipamos nuestro regreso mi querido y leal ministro.


Dirigiéndose a una multitud uniformada y disciplinada que presumía ser militar Garamet dio inicio a la renovacón y transformación de la Tierra.


Garamet: Recuerden mis leales que ustedes no son soldados enviados a una guerra sin sentido, son diplomáticos y mensajeros de una nueva prosperidad por venir. Que así sea.


Un espectáculo de luces giró alrededor del continente chispas y luces cegadoras salieron del fondo del océano y se reunieron en torno a los pilares que brillaron con un fulgor azul centelleante. De allí la luz dirigió su albor contra cada uno de los mensajeros elegidos rodeándolo en una cápsula invisible que levitaba con el simple esfuerzo del deseo.


Las burbujas se elevaron y alcanzaron una velocidad sorprendente disparadas hacia todas las direcciones centelleando y mostrándse en el firmamento como cometas caídos que sobrevolaban el planeta.

Uno de ellos llegó a un poblado donde la rapiña y la muerte habían asentado su hogar. Mujeres violadas y ancianos decapitados por bandidos que venían liderados por un grupo de brujos que los secundaba.

El conductor de la esfera se paró a mitad del pueblo y sin mediar palabra rozó con su mano izquierda el borde de la esfera y una luz circundó la burbuja iluminando a toda su población.

Cuando la luz se apagó los bandidos se encontraron convertidos en piedra y la población corrió lo más lejos que pudiera de la conflagración.

Los brujos empezaron a invocar sus hechizos mas perniciosos, pero la esfera parecía incólume a sus encantos.

Las instrucciones eran claras los hechiceros deberían morir.

La mano derecha esta vez rozó la burbuja y del centro de la misma surgió un rayo despedido con furia que cayó directo encima de los hechiceros fulminándolos y quemando el pasto a su alrededor.

Ciencia, tecnología y magia reunidas de una manera inconcebible.

Cada mensajero llegó a su destino sin contratiempos y el mensaje fue dado: Rendición total y entrega del gobierno a su majestad Garamet de la Atlántida o guerra.

La ofensiva había comenzado y aunque algunos de los reyes se habían unido al imperio atlante impresionados por la tecnología y el poder de estos, la mayoría, se había negado y se preparaban para la guerra contra el nuevo enemigo, olvidándose de las rencillas y entre ellos, se encontraba el poderoso líder orco Ger´Kala, que mostraba orgulloso la cabeza de uno de los mensajeros, obtenida tras un duro combate:

Ger´Kala:¡Esos débiles azulejos pagaran por haberme desafiado! ¡A Ger´Kala, el jefe de jefes!.

Bhaal: Ya lo creo que lo harán, pero no debes subestimarlos, su tecnología y su magia son mucho más poderosas que cualquier otro reino de este tiempo. Si no pensamos en una estrategia seremos aplastados bajo su poder.

Maxim: ¿Y qué tienes pensado para evitar eso, mago?

Bhaal: Es sencillo, el mayor punto débil de los atlantes es su infraestructura, esta no ha cambiado desde hace milenios y cualquier mínimo cambio los volverá loco, así que si conseguimos infiltrarnos en su imperio y localizar a Oioegr, que nos ayudara en nuestra tarea.

Ger´Kala: ¡Eso no es más que palabrería!¡Ataquemos y enseñémosles que es el poderío orco a esos estúpidos!

Maxim: Oh…tonto mortal, cesa ya tus bravuconerías, tu “plan” solo nos conducirá a todos a la muerte.

Bhaal: La verdad es que el plan de Ger´Kala es justo lo que necesitamos para infiltrarnos, es una distracción perfecta para que podamos escabullirnos cuando las defensas de los atlantes caigan.

Maxim: Pero son solo estúpidos orcos, no creo que resistan mucho ante los atlantes y no hablar ya de abrir una brecha entre sus filas.

Entonces Bhaal salió de la pequeña tienda y alzo la vista ante el grandioso y enorme “regimiento” de orcos negros, los más poderosos, grandes y los menos indisciplinados y ahora gracias a las armas proporcionadas por Bhaal, los mejor armados de entre los orcos, que rugían ante la impaciencia de la inminente guerra, creando un estridente sonido que hacia retumbar las mismas montañas.

Bhaal: Maxim, esta vez eres tú la que infravalora el poderío orco.





En la recién levantada Atlántida el rey Garamet y a su lado, el primer ministro Suri recibía las noticias de sus mensajeros.

Garamet: Es por desgracia que ya habíamos anticipado esto, sus continuas guerras y rencillas han nublado su juicio, pero gracias a nuestra superior tecnología, podremos imponer el orden en poco tiempo.

De pronto, un mayordomo se presento ante el rey:

Mayordomo: Majestad, el sumo sacerdote de Lilith Oioegr está aquí.

Garamet: Que pase.

Poco después, entro en la lujosa estancia, un pequeño y sencillo atlante, que se arrodillo ante el rey:
Garamet: Bienvenido, sumo sacerdote, confió en que nuestras tropas ya han sido bendecidas por sus oraciones.
Oioegr::Por supuesto, señor, esta todo preparado, contamos con la bendición de la ausente para esta empresa , pero si me permite, majestad he venido a discutir sobre un pequeño asunto de esta conquista.
Garamet suspiro

Garamet: Sumo sacerdote, sabe que mi decisión ya está tomada, el resto del mundo está en inmerso el caos y la inclusión de nuestra magnánima religión en sus vidas los guiara al orden que necesitan.

Oioegr: Pero, señor, un ser que ha sido obligado a entrar en nuestra religión, no podrá llegar al cambio. Su asimilación debería ser con el tiempo, como paso en nuestra gran civilización.
Garamet: ¿Y entonces prefiere observar como sus dioses paganos contaminan la creencia de nuestra gente? ¿Quiere ver como luchan entre ellos por sus cobardes dioses?

Oioegr: No, señor.

Garamet: Entonces sabes que no hay más remedio que hacerlo, puede que al principio ellos no puedan alcanzar el cambio, pero sus descendientes lo harán y al menos, eso debería bastar para complacer a Lilith.

Oioegr: Lo siento, majestad, no debí molestarle.

Garamet: No importa, puedes retirarte



Malarck observo a través del cuerpo de su súbdito Suri al sacerdote marcharse de la habitación y sabia que debía hacer, puesto que Oioegr era el único obstáculo en su plan, aunque ya había conseguido infectar con sus tentáculos en secreto a parte de la gente de Atlantis, la influencia del sumo sacerdote habían impedido que más adeptos se unieran a la verdadera religión, a la secta de Él.