Cronicas de un Mundo Olvidado Rafael

Pues bueno, aqui va uno de los relatos prometidos: Es un relato largo, asi que disfrutelo


Rafael; Mercenario anticonsumista


La habitación iluminada por el fuego de una hoguera esta repleta de estanterías con películas, libros y videojuegos. Los altavoces llenan la instancia con una brutal música de heavy mettal. Sentado en un mullido sillón, esta un hombre adulto de pelo castaño claro y con perilla, fumando y leyendo un libro. De pronto un zumbido interrumpe su lectura, la música se para y saca un móvil de su bolsillo y dice en perfecto castellano:
- Aquí Rafael Costa, mercenario anticonsumista ¿Que coño quiere?
- Soy Jessica- responde una voz en ingles
-¿Quién?- pregunta el mercenario en el mismo idioma
-¿Cómo que quien soy? ¡Jessica, la que te consigue contratos millonarios a los que o rebajas el precio o rechazas o traicionas!
-Me suena, pero no capisco.
La mujer exhala un profundo suspiro y dice:
-Esta bien, soy la Hija de Puta Capitalista Subnormal que no para de molestar y que cuando me encuentres, me pegaras un tiro.
- Ahh, H.P.C.S., ¿Que pasa? Espero que sea importante, estaba leyendo 1984
-Lo es, bueno al menos para mi, no se si sabrás por las noticias que han secuestrado al hijo de uno de un importante abogado de Madrid.
- Puesss, no lo sabia, no tengo antena así que no veo las noticias. Y es que encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro.
- Puto ermitaño y esa frase es de Groucho Marx, cabrón… en fin, el abogado en cuestión me ha pedido que contacte con un mercenario para que rescate a su hijo y elimine a los que le secuestraron y yo he pensado en ti porque eres el único que conozco que me da el 70% de sus beneficios por cada contrato que le consigo ¿Qué dices?
-Hmmm, bien acepto, no tengo ganas de hablar con ese abogaducho, así que dile que mi oferta es la siguiente: 1000 euros
-¡¡Qué?!! ¿Solo 1000 euros? Joder, pide un poco más, 10000 o 15000, pero eso es una minucia, no es nada, piensa en mí.
- No protestes o rebajo a 500 y como me entere de que has cambiado el precio, dejo de aceptar tus contratos y matare al resto de los mercenarios a los que estas vinculado.

Dicho esto, cuelga el móvil y sigue leyendo concentrado en su lectura.



1 semana después

En un pequeño y sucio apartamento en las calles de Madrid, un niño de unos 10 años dormía agitadamente en una enorme pero estropeada cama, una mujer le observa en silencio y lentamente sale de la habitación. Se dirige al salón donde están el resto de los secuestradores, 2 hombres rudos y fornidos, armados con pistolas y metralletas:

- El crío esta dormido, diablos, estoy deseando que nos paguen ya para quitárnoslo de encima – se queja la mujer
- Yo creo que no nos van a pagar, ya ha pasado una semana y además, un millón de dólares es demasiado incluso para ese abogado – reflexiona uno de los hombres

- No seas cenizo, Ricardo, claro que lo harán, solo tenemos que esperar un día mas, cuando la cuenta atrás se termine, le cortaremos al niño una oreja y se la enviaremos, veras como nos dan el dinero.

- Ya, no se yo ¿y si…? – De repente, suena el timbre y todos se giran a la puerta, Ricardo se acerca lentamente y mira por el picaporte y dice:
- Tranquilos muchachos, es de las pizzas, guardad las armas.

Momentos después abre la puerta y se encuentra con un joven repartidor, este le entrega una de las cajas y cuando Ricardo la sostiene nota su peso y se extraña:
- Oye, esto pesa bastante, ¿que ingredientes tiene, hierro?

De pronto, la caja explota arrancándoles la cabeza a Ricardo y al repartidor y antes de que los otros secuestradores puedan reaccionar, Rafael sale detrás del cuerpo decapitado del repartidor y lanza un cuchillo a la mujer dándole en el pecho y matándola casi al instante mientras corre hacia el otro secuestrador, que sorprendido intenta apuntar pero el mercenario, que se dirige contra el, le pega una patada a la pistola y le da un puñetazo en la cara, tirandolo al suelo. El hombre intento levantarse, pero Rafael, le agarra por el cuello y se lo rompe con facilidad. Tras sacudirse el polvo, recoger el cuchillo y encender un cigarrillo, el mercenario sonríe y dice, orgulloso:

- Soy el puto amo, no mejor, soy el amisimo, me cargue al grupo entero sin usar pistolas, y sin casi hacer ruido, bueno, menos por lo de la explosión esa, pero es que intercambiar una pizza por una bomba era irresistible, joder, ni Jack Bauer* lo haría mejor, ¿tu que opinas, chico?

Una puerta se abre y aparece un chico de 10 años, bien vestido aunque totalmente sucio, al ver al mercenario y a los cadáveres, palidece pero tímidamente logra decir:
- ¿Qui…quien eres? ¿Has venido a rescatarme?
- Chico, te he preguntado que que opinas, ¿Jack Bauer puede hacerlo mejor o no?

Ante el silencio del crío, Rafael suspira:
-Bien… tranquilo, chico, ven aquí, estas a salvo.

El niño lentamente se acerca hasta el y
- Ves, es esto porque…-
Entonces, cuando el niño esta a su alcance, le corta el cuello y el niño se cae al suelo, desangrado:
- odio a los niños.
Luego saca su móvil y marca un número,
- H.P.C.S., soy yo.
- ¿Qué? ¿Quien es? – pregunta una voz en ingles
- Soy Luis de Góngora**, he viajado al futuro soloo para visitarte… a ver, ¿conoces a algún jodido mercenario español más que te llame H.P.C.S.?
- ¡Rafael, por fin me has llamado!, dios lleva una semana buscándote, ¿donde estabas?

*Jack Bauer es el protagonista de la serie de acción 24
**Es un poeta español del siglo XVI, del siglo de oro.

- En mi casa, leyendo ,jugando, escribiendo, participando en Saber y Ganar, ya sabes, lo de siempre, bueno hasta hace unas horas decidí por fin dedicarme a la misión y rescatar y aquí estoy, en su escondite.
-¿Como has sabido donde estaban?
- Bueno, ellos me contrataron para que secuestrara al niño y lo trajera aquí.
-¡No me habías dicho nada! Da igual, hablando del chico ¿Como esta?
- Muerto, lo mate.
-Por que no me sorprende…dios, ¿por que coño lo has hecho?
- Odio a los niños con toda mi alma, tenlo en cuenta cuando haya misiones que involucren cosas de ese tipo y por cierto, puede que al entrar haya hecho un poco de ruido, ¿no puedes colarte en el sistema de la ciudad y poner todos lo semáforos en rojo o algo así?
- ¡Que! ¡Como si estuviera delante de un ordenador todo el rato!
- ¿No lo estas? Diablos, yo creía que una contratista estaría pegada todo el rato a un ordenador en un cuarto oscuro, pero ¿entonces donde estas? ¡Déjame adivinarlo! En una playa paradisíaca, no, no se oyen las olas.
- Rafael…
- ¿En una mansión enorme, sentada en un sillón con un Martini en la mano?
-Rafael…
-¿O en unas oficinas?
-Rafael…
- ¿En la guarida del mal?
-¡Somos la policía! ¡Salgan con las manos en alto! ¡Tenemos el edificio rodeado! - se oye una voz desde fuera del edificio.
-¡Cállate ya puto poli! – grita Rafael – estoy intentado pensar, sigamos… estas en una isla paradisíaca, no espera, ese ya lo he dicho.
-¡Joder, Rafael, estoy en una cabaña en medio de un bosque! ¡Ahora, sal cagando leches de ahí!
- Tranquila, H.P.C.S., una de las razones por las que elegí este sitio es por que tiene una ruta directa a las alcantarillas- el mercenario recorre las habitaciones hasta llegar al baño donde hay un agujero enorme en la pared.

- Bueno, ¿lo vez?, todo ha salido bien – dice Rafael, mientras intenta entrar por el agujero
- ¿Ah, si? ¿Y que pasa con el abogado al que has dejado sin hijos? Supongo que querrá vengarse.
-Realmente, querida, me importa un bledo.

genial tu relato, me recuerda a os relatos de dead, pero claramente este tiene otro sabor, nos leemos luego

Interesante

Muy bueno espero q continue jeje

Me gusto tu relato.

anticonsumista?

la muerte del niño totalmete inesperada, y que el halla sido el secuestrador, jo, ma aun

Exelente¡

Bueno, gracias por los comentarios me alegro que os guste, ya sabeis que acepto cualquier comentario, ahora la historia sigue... ¿ os gustan los zombies? a Rafael no




Rafael Costa, mercenario antizombie



En una lujosa sala de espera, un hombre con una pequeña perilla y el pelo corto de color castaño claro, esta sentado en una de las cómodas sillas, fumando un cigarrillo. De repente, entra una mujer muy bien vestida, se le acerco y le dijo:
 Señor Costa, el subdirector Alaber le da permiso para pasar...perdone, pero aquí no se puede fumar –
 Bien, cliché sin valor de secretaria, dejare de fumar cuando te haga caso y eso nunca va a pasar - le responde el hombre, mientras se levanta, sin ni siquiera pararse a mirarla –
El señor Costa sale de la sala y entra a un despacho que no tiene nada que ver con el resto del edifico. Esta totalmente desordenado, con papeles en el suelo. Un hombre calvo, sentado en el mullido sillón le da permiso para sentarse y le dice:
 Oh, usted debe ser Rafael, me han hablado mucho de usted... lo siento por el desorden, estos últimos días he estado hasta arriba de trabajo.
 Me importa una mierda lo que le pase a usted y a su puta madre... ¿por que no vamos al grano y acabamos con todo esto?
- Bien, esta es la oferta, quiero que recupere una cosa para mi empresa – Alaber aprieta un botón y aparece una pantalla en la pared, donde se muestran imágenes de una bella isla tropical – el objeto esta en la isla de Jallarka, la isla es propiedad de Ricardo Alenitti, un multimillonario y este solo la utiliza para dos cosas: Una, Montar exclusivas y caras fiestas con sus amigos y dos, investigar las propiedades de las plantas del lugar en una instalación científica, eso es lo que nos interesa. – La pantalla cambia y aparece la imagen de una extraña flor, de color violeta y con grandes pétalos – Esta es la flor de la que los científicos de Ricardo han conseguido crear un virus muy poderoso y 100% mortal. Mi jefe quiere ese virus y te necesitamos a ti para conseguirlo. El pago inicial será de 10.000 $, el triple cuando termines el trabajo.

Rafael pone los pies en la mesa y con los ojos puestos en el techo le dice:
- Bueno, no esta mal, pero, ¿sabe? Yo soy un anticonsumista catalán declarado, así que solo utilizo el dinero justo para comprar comida y cigarrillos… y para hacer una estatua de el pensador, aunque no quiero terminarla rápido… mira, si me pagas la mitad acepto.

- Bueno, lo que tu quieras entonces el trato esta hecho- Alaber le lanza un maletín al mercenario – Aquí tienes toda las cosas que necesitaras para la misión, excepto armas, de las que supongo tu te podrás prever sin problemas. Va haber una fiesta en la isla y tú pilotaras el jet alquilado en el que irán los invitados. Debes presentarte en el aeropuerto en 2 horas, cuando llegues a la isla te diremos lo que debes hacer gracias a este micrófono y este transmisor. ¿Estas listo?

-Ese virus estará en mi mano en menos de lo que canta un gallo, amigo mío, porque en Jallarka no hay gallos, ¿no?






Unas horas más tarde

Un moderno jet privado aterriza en el pequeño aeropuerto de la isla de Jallarka. Del avión bajan varios hombres y mujeres que son recibidos por un grupo de empleados que los llevan hasta uno de los lujosos hoteles, donde empiezan a bailar y a charlar entre comida y música. Unos minutos mas tarde, sale de la cabina del jet, Rafael Costa, vestido de piloto, fumando y con dos mochilas en la espalda
- Que suerte tienen esos aristocráticos, ¿eh? todo lujo, fiestas, confort…oye, te aviso, cuando consiga el virus voy a matar a todos esos ricachones de la peor forma posible –
- Por mi – le dice Alaber a través del transmisor que tiene Rafael en la oreja – puedes hacer lo que quieras, con tal de que consigas el virus.


Entonces una mujer galantemente se le acerca y les dice:
- Ud. Ha estado trabajando durante mucho tiempo, necesita un descanso, vénganse conmigo al bar y disfruten un poco.
Sin pensárselo, Rafael sigue a la mujer hasta el bar donde se sientan en la barra y la mujer le pregunta:
- ¿Y tu como te llamas?
- Rafael Costa, nena, no lo olvides, si hay suerte, puede que lo grites mas tarde de forma mas animada – le responde el mercenario
- Ohhh… ¿y me meterás esa pistola que tienes en los pantalones? –
Ante este comentario, Rafael se paraliza, “Hija de puta “piensa “¿Sabrá que tengo un arma en los pantalones o solo ha sido un comentario increíblemente guarro? Mierda, no debí haberla provocado, joder ¿y ahora que hago? Tengo dos opciones, la primera es salir escopetado de ahí con el pretexto de mear, pero claro si la tía lo único que quiere es sexo, perderé la oportunidad de follar con una tía cachon y esa posibilidad me aterra. También puedo quedarme con ella y seguirle el juego, arriesgándome a que si sabe quien soy, me pegue un tiro y me deje frito...Creo que la segunda opción es mejor, si le seguiré el juego”
-Bueno, si estas interesada puedo enseñártela en un lugar mas privado ¿como te llamas? - le pregunta seductoramente a la mujer, que sonrió y en otro susurro le dice:
 Tu puedes llamarme Angelina...por cierto yo tengo algo para esa pistola, si es que tu no lo tienes - La mujer saca un preservativo en el bolso y lo pone en la mano del “piloto”.

Pero este, lejos de excitarse, se sumió en otra ola de pensamientos aterradores: “¡Ella tiene un preservativo!¡Solo hay un tipo de mujer que tiene preservativos !Las que son o fueron transexuales y aunque yo los odio de igual manera como odio al resto del mundo, no me acuesto con transexuales, tengo que huir que aun estoy a tiempo” .Entonces Rafael, se levanto y sin hacer caso de las suplicas de la mujer se fue rápidamente al baño y una vez llego a este, soltó un suspiro y cerro la puerta.
 ¿Has terminado ya de ligar o aun quieres acostarte con un par de tías más? - le dijo Alaber por el transmisor – Te recuerdo que tienes una misión que cumplir -
 Oye, tranquilo, amigo, acabo de pasar una experiencia traumática ¿tu sabes lo que es que un /una transexual se te intente tirar? Déjame un par de minutos para recuperarme y luego sig... - Dejo de hablar cuando escucho unos extraños ruidos que provenían de uno de los baños, el mercenario se acerco lentamente, preparando su arma, una pistola de 9 mm. Al abrirlo, se encontró con un terrible espectáculo: Un hombre de tez azulada y con los ojos en blanco esta devorando las tripas de una mujer que esta gimiendo en el váter:
 Estaba ocupado, perdone usted – dice lentamente Rafael, ya con la pistola fuera
 Oh, no importa, usted también entra en el menú – el “hombre” se lanza con un rugido a por Rafael, pero este, mas rápido le da una patada y le dispara varias veces en el pecho. Sin embargo, sorprendente mente el hombre no parece notar los disparos y sigue adelante, pero el mercenario no se deja impresionar y tras dar un salto para atrás le dispara en la cabeza, matando por fin al hombre.
 ¿Que coño ha pasado? ¿Que son esos disparos? - grita nervioso Alaber
 No son nada, simplemente, he descubierto a un hombre en el baño que estaba comiéndose a una mujer, entonces se ha lanzado a por mi y yo le dispare, pero... ¡sorpresa! era un puto zombi y hasta que no le volé los sesos no dejo de intentar matarme -
 Supongo que son los síntomas del virus que ha creado Ricardo, es muy... interesante, bien Rafael, tu misión sigue siendo la misma, pase lo que pase, debes conseguir una muestra de ese virus y traerla hasta aquí, ¿entiendes? -
 Oooook, haré lo que tu digas, menos mal que por si las moscas, me traje bastante munición - el mercenario suelta las bolsas y saca de una de ellas una escopeta negra, una SPAS 12– a ver... tengo 10 cargadores de 9 milímetros en una bolsa y 5 bolsas de 10 cartuchos en la otra, creo que si ocurre de verdad un Apocalipsis zombie, estoy sobrado... mierda, me olvide de la sierra -

 No creo que haga falta, pronto serás de los nuestros – la mujer a la que estaba comiéndose el zombi, se levanta y ignorando sus fatales heridas, ataca a Rafael, sin embargo, este le dispara en las piernas y ya en el suelo le mete el cañón de la escopeta y aprieta el gatillo:
 Siempre quise hacer eso – piensa en voz alta mientras observa la destruida cabeza de la mujer. De repente ,varios golpes y rugido indican a Rafael que mas zombies intentan entrar en el baño .Rápidamente tira las pesadas bolsas a una pequeña ventana y después se sube a esta y consigue no sin dificultades huir al exterior donde ve un terrible espectáculo:
Cientos de no – muertos corren por las calles, devorando a todo aquel que se encuentren por su camino, observa como los pocos ricos que quedan vivos, intentan huir en las limusinas, pero parece que ni siquiera saben arrancarlas o los fútiles intentos de los guardias de detener a los agresores.
Pero el mercenario no tiene mas tiempo de observar la masacre, pues de unos matorrales cercanos, aparece un joven ensangrentado que, gritando incoherencias se lanza a por el, intentando moderle, pero justo cuando las fauces del monstruo se acercan a su cuello, el mercenario con un veloz golpe golpea con fuerza la nariz de su contrincante, haciendo que el tabique nasal aplaste al cerebro:
- Cabron estupido, practique kung fu con Bruce Lee, aunque bueno, a mi todos los chinos se me parecen a Bruce Lee… en fin, es oficial, estoy en medio de un Apocalipsis Zombie, AZ para los amigos, lo primero que tengo que hacer es buscar un transporte e irme a la instalación científica, para coger el virus y marcharme de aquí -

Se fija entonces en una limusina que esta a pocos metros de el, con la puerta abierta, manchada de sangre y mal aparcada. Se dirige hacia ella y la examina, descubriendo que tiene las llaves puestas. Mete las bolsas y la escopeta dentro y justo cuando va a entrar, varios disparos rompen la carrocería del coche, Rafael se gira y ve a un guardia zombie apuntándole con un revolver:
-¡Joder, tienes peor puntería que los malos de las pelis de acción de los 80! - le grita el mercenario al guardia, mientras el saca su pistola.
- Tienes razón, me cuesta disparar este cacharro, no m- el guardia no puede acabar la frase, pues uno de sus ojos explota como resultado del disparo de Rafael, que entra en el coche, diciendo:
- ¡Me cago en ti! ¿De verdad, tenia que pararme a escuchar tú monologo? – El mercenario arranca el coche y acelera, esquivando a la jauría de monstruos que intentan detenerle, sin éxito.
Unos minutos mas tarde, mientras la limusina recorre una carretera rodeada de exóticos árboles en dirección a la instalación científica, Alaber, que había permanecido en silencio, le pregunta:
-¿Entonces aun con los zombies, vas a cumplir con el contrato? Vaya, eres mas leal de lo que pensaba.
- La única razón por la que voy a cumplir la misión, es para no irme de aquí con las manos vacías, si los zombies no hubieran aparecido yo simplemente, te hubiera traicionado, destruyendo el virus o cambiando el virus que te envíe por nitroglicerina liquida – le contesta Rafael

Continuara

Excelente continua

-….Ya veo, bueno, estoy ocupado, luego te llamo para ver como vas – le dice Alaber y corta la comunicación. Durante un rato, el mercenario conduce tranquilamente, sin sobresaltos, pero de pronto, una garra azul se le clava en el hombro. De la trampilla del techo sale una mujer zombie que sonriente, le ataca mientras le habla:
- No veas lo que me costo esconderme en el maletero, para luego abrirlo y atacarte desde el tejado, ¿te gustan mis nuevas garras? –
Mientas forcejean, Rafael pierde el control y choca contra uno de los árboles. La zombie sale disparada chocándose contra los árboles y rompiéndose la cabeza y Rafael, no sufre heridas graves gracias al cinturón de seguridad y al airbag, pero queda inconsciente debido al golpe.

Horas más tarde, ya en plena noche Rafael se despierta y al observar la herida en el hombro, pierde los nervios:
-Oh, no, no ¡Mierda, mierda! ¡Esa puta me infecto!, Joder… A la mierda la misión, si voy a morir, me llevare al que pueda por delante, ahora mismo regreso al jet y vuelvo a America, para que vean lo que es un verdadero apocalipsis- furioso, tira el transmisor al suelo, mientras intenta coger las dos bolsas, pero su hombro dañado se lo impide, obligándole a dejar una de ellas, la de los cartuchos. Después de coger unas pocas municiones y coger la otra bolsa, enciende un cigarrillo y se va de de vuelta a la ciudad, callado.

Media hora de caminata mas tarde, el mercenario por fin llega a la ciudad hotelera, ahora extrañamente, silenciosa, aunque aun con los restos frescos de la matanza:
- ¿A donde coño han ido todos? Bueno, al menos ahora puedo coger el jet más fácilmente y… - de repente, fija su atención en la no muy lejana playa donde vislumbra a un gran grupo de personas que están en círculo. Rafael, intrigado, se acerca sigilosamente hacia ellos y se oculta en una roca, descubriendo que la mayoría de ellos están vestidos con unas túnicas rojas, pero también están un grupo de zombies atados y amordazados. Desde su escondite, el mercenario puede ver como uno de las figuras se quita la capucha y dice:

-Hermanos y Hermanas, nos hemos reunido aquí para celebrar la prueba de la supervivencia, donde nuestros iniciados lucharan contra los recién creados impuros y tras derrotarlos, pertenecerán por fin a nuestra orden y servirán a Narlokat, el dios de la muerte cuando sea necesario – El hombre camina hasta el centro del circulo y queda mas a la vista de Rafael, que le reconoce.”Ese tío… es Ricardo Alenitti, cabronazo, el muy es líder de una secta “piensa desde su escondite, donde puede ver como uno de los zombies es arrastrado con un collar hasta el centro:
-Ahora empieza la prueba, el primer participante es Rachel Wolomitz – una mujer, casi un adolescente, se acerca al centro y saca una daga, con la que libera las ataduras del monstruo, que sin dudarlo, se lanza contra la muchacha que lo esquiva, con facilidad y con unos movimientos rápidos y sinuosos le clava la daga en la cabeza, matando al monstruo.

“Esto es muy interesante” piensa el mercenario” pero ahora no tengo tiempo, tengo que coger el avión e ir al continente “Cuando empieza a darse la vuelta para volver a la ciudad, se da de bruces con un centinela armado que al descubrirle empieza a gritar, mientras saca una espada y se lanza contra el mercenario, que saca la escopeta y elimina con facilidad al centinela, pero desgraciadamente, mas monjes venidos de la ciudad y de la playa se lanzan contra el y algunos armados con rifles, le empiezan a disparar. Entonces, es obligado a huir por la espesura de la selva, mientras evita los certeros disparos de sus enemigos. Uno de esos disparos, le alcanza la pistola que tiene guardada en el cinturón, haciéndole casi caer, pero por suerte, se recupera y suelta la bolsa y la escopeta, sintiéndose más liviano y dejando atrás a sus perseguidores.
Cansado y cada vez mas dolorido, Rafael se para ha descansar en una roca, donde aprovecha para encender otro cigarrillo cuando de pronto, ve una pequeña y escondida hendidura en el suelo. Entonces consigue entrar no sin dificultad y descubre una enorme red de túneles bajo tierra.

Durante varios minutos, recorre los oscuros túneles sin encontrar nada hasta que llega a una caverna donde hay una enorme jaula con dos grandes vallas y dentro, la entrada a una gran gruta. En medio de las vallas, se encuentra atrapado un grupo de personas, asustadas y vigiladas por un monje armado con una lanza que les observa desde fuera. El mercenario saca un cuchillo de su bota y se acerca lentamente hacia el monje. Sin embargo, aunque el monje no se percata de la existencia del mercenario, descubre a una niña, mirar fijamente hacia atrás:
-¿Qué diablos estas mirando niña? – le pregunta el guarda que al girarse, descubre al intruso y intenta pedir ayuda con una radio, pero Rafael lo anticipa y le lanza una piedra antes de tirarse contra el y clavarle repetidas veces el cuchillo en el cuerpo. Al terminar de ensañarse con la victima, se volvió hacia el grupo y, enfadado, le grita a la niña:
-¿Pero eres idiota o que? ¿Para que coño me miras? El muy cabron por poco me mata, ¿querías eso? ¿Querías matarme, hija de puta? Joder, como odio a los niños, los odio mas que al resto del mundo –
Esta, empieza a llorar y abraza a su madre, que le susurra palabras tranquilizadoras. Un hombre, que bien antes, pudo ser un rico empresario le pide a Rafael:
-Señor, por favor, abre la puerta, si no, vamos a morir –
-¿Por qué debería hacerlo? ¿Me vas a pagar o algo por el estilo? – pregunta el mercenario
-Eh…si, claro que si, tengo un montón de dinero, le puedo hacer rico, ahora apriete el botón rojo del panel para que salgamos de aquí - suplica el hombre
- Lo siento amigo, soy anticonsumista, no me interesa, además, si os libero, me quedaría con la duda, de que os iban a hacer – Casi como a modo de respuesta, de la gruta se empiezan a escuchar gritos y pisadas y entonces, aparecen un grupo de zombies armados con hachas, palos y incluso alguna pistola. Al ver a los prisioneros, se lanzan a por ellos, pero la valla de metal les impide llegar hasta ellos.
- No son muchos – dice uno de los no- muertos – habrá que convertir a pocos, a ver… ¡tu! ¡El de fuera! Coge esa lanza y ve apartando a los que te vayamos diciendo – Rafael la coge y asiente con la cabeza – Hmmm, la niña, aparta a la niña, a ella la convertiremos –
- Buena elección – dice Rafael, mientras con un golpe lateral de la lanza, la aparta del grupo – no hay peor castigo, que convertirse en un apestoso zombie y no salir nunca en las pelis debido a tu corta edad, ¡Jodete, niña! –

Así, uno a uno, el grupo de prisioneros se divide en dos y al final, el mismo zombie ordena a Rafael:
- Bien, cuando yo te diga, aprietas el botón de arriba y vosotros – se dirige al resto de los zombies – recordad, al grupo de la izquierda los matáis con las hachas y los palos y al de la derecha, no toquéis la cabeza, ¿listos? ¡Aprieta el botón! –

Así lo hizo el mercenario y una de las puertas se abre, dejando a los pobres prisioneros al alcance de los monstruos, que siguiendo su plan, devoraron completamente a un grupo y convirtieron a otro.
- Eh, tío, será mejor que te alejes un poco de la valla, si no quieres recibir un mordisco y acabar como nosotros – le aconseja un zombie que se había apartado del grupo y tiene una pierna en sus manos
- Bah, no importa, ya me han infectado, dentro de poco, seré uno de vosotros, así que vete reservando sitio – le responde el mercenario, que se acerca al podrido
-¿De verdad? ¿Desde hace cuanto tiempo as sido infectado? – le pregunta este, curioso, mientras devora poco a poco la pierna
- Unas pocas horas –
-Entonces, tengo una buena noticia para ti, el virus solo tarda unos minutos en hacer efecto, tú debes portar alguna especie de inmunidad –

-Anda, esto cambia las cosas, si no voy a morir, no tengo por que crear un apocalipsis z, ahora lo único que tengo que hacer es buscar un medio de transporte y salir por patas de esta isla – reflexiona para si el mercenario y entonces, al ver, el desgarrado traje científico que lleva el zombie, le pregunta:
-¿Acaso tu eras científico de Umbrella en vida?
-¿Qué? Ah, ya lo entiendo, que gracioso… es verdad que fui un científico en vida y aun lo sigo siendo, he estado realizando investigaciones sobre este virus, al que llamo Elsex.
- Ilumíname, ¿que has descubierto? –
- Bueno, he descubierto que en realidad, el virus esta dividido en dos tipos, primero esta un tipo que ataca al cerebro con neurotoxinas y es el causante de la rápida muerte del afectado y luego esta el virus en si, que es capaz de moverse por el cuerpo muerto y instalarse en las células muertas, donde se reproduce y las controla, esto permite que los infectados puedan moverse y hablar con total fluidez,.Sin embargo, el virus deja sin infectar varias partes del cerebro que controlan los sentimientos, las emociones o el instinto de supervivencia .En mi caso, la cosa es diferente y aun conservo algunas emociones, como puedes ver, en vez de intentar comerte, me estoy controlando con esta deliciosa pierna y estoy hablando contigo.

- Vaya, vaya, aunque lo que dices sea imposible científicamente hablando, es bastante interesante y dime ¿ que diablos hacéis aquí encerrados? ¿Sois mascotas o sacrificios o que?
- Pues mira, te estas acercando. Cada tres meses, esos locos celebran una especie de ritual donde utilizan a los infectados como prueba para entrar a la orden. Para ello, realizan alguna fiesta en cualquier isla paradisíaca y infectan las bebidas. Después, los monjes aparecen y gracias a trampas y demás artimañas, los capturan y los llevan al ritual. Los que sobreviven, los trasladan a aquí abajo, a las grutas, donde como has visto, tenemos montada una especie de sociedad o mejor dicho, de clan donde el más viejo es el que más come. Ah y a una vez al año
Eligen a varios de nosotros para luchar en más pruebas. Yo, como he sobrevivido varias veces, me han dado varios aparatos para que pueda investigar.

- Ya veo, en fin, creo que ya se lo que tengo que hacer, gracias por la charla, ahora será mejor que me vaya antes de que tus cabrones amigos acaben su buffet – El mercenario se da la vuelta para irse, mientras el científico se va con su mordisqueado trofeo hacia la gruta

Unos minutos mas tarde, tras atravesar angostos túneles, Rafael por fin llega a una especie de laboratorio, donde se procesa una especie de líquido violeta. Se acerca entonces a uno de los tubos y lee una etiqueta donde pone “Elsex”.

- Eso es mío y será mejor que no lo toques – un monje encapuchado aparece detrás suya y cierra la puerta del laboratorio, el mercenario lo reconoce, es Ricardo Alenitti. Este, con una sonrisa en los labios, sigue hablando: - Tranquilo, Rafael, solo he venido a hablar y por favor, no intentes escaparte, estas rodeado de un numeroso grupo de monjes armados que a mi señal, entraran aquí y te mataran.
- Bueno, creo que me llevare este conjunto de seis tubos y se los daré a Alaber, así al menos saco algo de este infierno… si te estoy ignorando, pues me interesa una mierda lo que me quieras decir.
- Te conozco mas de lo que crees, Rafael, se mucho sobre ti y también se sobre ella.
- Te felicito, poca gente sabe sobre ella, ahora te escuchare, pero antes, me gustaría saciar mi curiosidad-
- Dispara.
- ¿Qué coño se supone que adoráis y por que tu, un respetado millonario del que no he oído hablar, se ha metido como jefe de este culto?

- En primer lugar, no soy el jefe de este “culto”, solo de esta unidad, que se encarga de crear el virus Elsex para distribuirlo, por las demás base. Esta religión esta mucho mas expandida de lo que crees y puede que tenga mas practicantes que el cristianismo. ¿Sabes por que es así? Por que el principal lema de nuestra religión es: Solo puedes servir a Narlokat de una manera, y es que a la hora de morir, mueras útil a el. Y con respecto, a estos rituales, son solo para iniciar a los que entran en la religión, nada más -
- Ya, ya, mira yo soy mas de Nietzsche o de Karl Max, que pro ejemplo, Max opina que la religión es el opio del pueblo y yo soy de su misma opinión, mas o menos.. y si puede que sea malhablado, pero soy bastante culto, por cierto ya termine, puedes hablar.

- ¿Sabes Rafael? Venia aquí a intentar convencerte de que te unas a nuestra religión, pero visto tu opinión y sabiendo lo terco que eres, veo que solo hay una solución- Entonces, los dos sacan sus cuchillos y se lanzan en una titánica lucha, el mercenario tras parar el primer golpe de su adversario realiza una finta y le ataca con rápidas estocadas, que son paradas con facilidad por Ricardo, que no duda, en lanzarle, una de las probetas de las mesas, pero el mercenario prevé el movimiento y lo esquiva al mismo tiempo, que le lanza el cuchillo a su contrincante, para luego aprovechar la finta y arrebatarlo con un veloz golpe, el otro cuchillo. Desarmados, se inicia entonces una brutal pelea cuerpo a cuerpo, mano a mano, donde Rafael, gracias a su superior fuerza y técnica, parece vencer, sin embargo, Ricardo es más rápido y esquiva la mayoría de los golpes del mercenario. Durante varios minutos, pelean sin lograr ningún resultado, hasta que, Ricardo, con la palma de la mano, golpea a su contrincante en el suelo y aprovechando su aturdimiento lo derriba, finalizando el combate.
Al terminar, Ricardo suelta un silbido y aparecen varios monjes armados a los que ordena:
- Rápido, sacad su sangre, luego lo sedáis y los lleváis hasta el helicóptero de emergencia. Allí, lo trasladáis hasta América y lo dejáis en cualquier sitio ¿entendido? Y avisadme cuando tengáis lista la vacuna, quiero ver lo resultados.
- A sus ordenes, señor y .. perdonad mi atrevimiento, pero ¿como sabias que el mercenario era inmune al virus? – pregunta uno de los monjes
- Lo se y basta, ahora déjame en paz, tengo asuntos de los que ocuparme, en unos minutos, volveré a la playa para reanudar la ceremonia.

Unos minutos mas tarde, tras atravesar varios pasillos y laboratorios, Ricardo llega hasta su despacho, donde se sienta en su mullido sillón y empieza e escribir en el ordenador:
El plan ha sido un completo éxito, tengo la vacuna y Rafael ha probado ser una herramienta muy valiosa, aunque solo controlable para unos pocos. Por suerte, yo soy todos esos pocos. Yo me disfrace de Alaber, gracias a mi piel sintética y a mis cuerdas vocales adaptables, soy muchas personas a la vez y todas ellas, hombres y mujeres ricos y excéntricos. No le debo filedidad a nadie, ni siquiera al dios al que finjo adorar. Espero ser el elegido para tu plan, cuando lo hayas pensado, busca a Doplen, pues ese es mi nombre.

Interesante iniciativa, te apoyo

Bue,sigo y pongo el final del arco, donde Rafael se enfrentara al terrible hombre de acero


Mientras tanto, dos fornidos monjes cogen el cuerpo del inconsciente mercenario y lo llevan hasta la enfermería del lugar, donde lo despojan de sus objetos y lo dejan tendido en una camilla.

-Vamos, llevemos sus cosas a la armería y vayamos a la playa, están a punto de continuar las pruebas- dice uno de los monjes

- ¿ Y que pasa con el?- le pregunta el otro, señalando a Rafael
- Tranquilo, le ponemos un kilo de sedantes y se queda ahí hasta que volvamos de la ceremonia.




Sin embargo, en contra de la predicción del monje, una hora después Rafael se despierta, confuso y desorientado:

- Mierda… mi cabeza, me duele como si hubiera estado en misa – se fija entonces en donde se encuentra – hmm, una enfermería, que extraño, ni siquiera me han encadenado y no parece haber guardias… un momento, siento que ha pasado algo terrible – se palpa los bolsillos – Me han quitado los cigarrillos y el mechero, eso significa que no podré fumar.. bueno me aguantare.


Antes de irse, el mercenario examina sus heridas y las trata con los medicamentos de la enfermería, después de eso se levanta de la camilla y se dispone a echar un vistazo al pasillo, que resulta estar vació, así, poco a poco y con precaución, el mercenario, evitando las cámaras de seguridad. Siguiendo las indicaciones puestas en la pared, llega hasta la armería y para su satisfacción, encuentra sus cosas puestas en un rincón. Rafael lo celebra fumándose un cigarrillo y mientras recoge dos M1911 y sus respectivos cartuchos además de una escopeta recortada que no con dificultad, se cuelga del hombro.


Entre tanto, Ricardo Alenitti se entretiene observando la lucha entre un zombie y un delgado iniciado. De repente, se escucha un pequeño pitido y Ricardo saca un pequeño ordenador de bolsillo, donde ve al mercenario recoger las armas en el centro científico, a pocos kilómetros de donde el estaba.
El líder emite una pequeña risita y uno de los monjes le pregunta que es lo que pasa, Ricardo le responde:
- Gracias a sus “características especiales” Rafael ha superado los sedantes y ahora esta saqueando la armería.
-¿Quiere que envié a nuestros hombres para allá?
- No, voy a aprovechar esto, activa la cuarentena y suelta al experimentó Elsex numero 3, si supera la prueba, dejadle marchar.


En ese momento, Rafael iba caminando en dirección a la salida, cuando de pronto se escucha una atronadora sirena y una voz mecánica que dice: ¡Alerta! ¡Cuarentena de nivel máximo! ¡El experimento Elsex nº 3 esta suelto, repito, el experimento Elsex nº 3 esta suelto!

Entonces, Rafael oye unos pesados pasos detrás suya y al volverse, ve salir de una esquina a un enorme zombie, que brilla con un resplandor plateado:
- Por fin voy a poder comer un poco – dice el zombie con una voz sepulcral y entonces se lanza contra el mercenario, que con toda la tranquilidad del mundo apunta con una de las pistolas y dispara, acertándole en la cabeza, pero para su sorpresa, el zombie no cae y Rafael, observa sorprendido como la bala cae rota al suelo, dejando una negra marca en la reluciente piel del monstruo, que sonriendo le dice:
- Tengo el cuerpo forrado de acero, muchacho, soy invulnerable y tu no puedes hacerme nada.- El monstruo metálico, producto de los experimentos de Ricardo, que tras varios intentos consiguieron forrar la piel y los huesos en aceros y gracias alas prótesis que le implantaron para resistir el peso, el experimento Elsex nº 3 es un terrible oponente.
Rafael, aunque sabe que es fútil, sigue disparando, mientras retrocede e intenta pensar en un plan. El zombie de acero le persigue, impasible ante las balas que chocan contra el, pero por suerte, el monstruo, gracias a su piel, se mueve pesadamente y no consigue alcanzar a Rafael. Pero de pronto, el zombie da un corto salto y agarra la pierna de su presa, que cae al suelo.
- Me cago en… - no le da tiempo a terminar la frase, ya que el monstruo, agarrandole el pie, le estrella contra la pared, para luego intentar morderle el cuello, sin embargo el mercenario consigue poner el brazo del hombro herido en la trayectoria y el zombie le clava los dientes
En el brazo. El mercenario grita de dolor y mascullando saca la escopeta recortada y la pone a pocos centímetros de la cabeza del zombie. Entonces, el mercenario dispara y el monstruo retira los dientes del brazo, lo que aprovecha para huir, deseando que la escopeta haya hecho daño de verdad. Por desgracia, la perdigonada solo ha causado unas magulladuras en la cara de su oponente, que más hambriento que antes persigue a su presa.
- Oh, joder, como no me he dado cuenta – dice de pronto Rafael, con una sonrisa esperanzadora en su cara. Con rapidez el mercenario va a la armería y lejos de buscar armamento pesado inexistente en el lugar, se fija en un taser y en una botella de agua puestas en un armario. Velozmente, los coge y abre la botella de agua, remojando al zombie, que se acerca en busca de sangre, pero Rafael pone el taser en máxima potencia y le ataca con el, intentando freírle. Desgraciadamente, el zombie prevé el movimiento y agarra la mano de su contrincante para luego lanzarlo varios metros atrás haciéndole chocar contra la pared.

- Una buena idea, pero no soy tonto, además de que esa cosa no tendría la potencia suficiente para matarme ni de lejos – le dice el monstruo de acero mientras aplasta con su pie descalzo el taser, que había caído al suelo – ahora no tengo ningún punto débil, acéptalo y ríndete.

-Oye, con gusto me rendiría ante cualquiera y por cualquier cosa, mi alma, dinero, mujeres, armas pero el problema contigo es que si me rindo, me vas a devorar vivo y creeme, yo no quiero morir así, mi muerte ideal es tras haber follado con 2 tías y haber alardeado de ello, entrar en la reunión de las Naciones Unidas y matarlos a todos, para luego morir desangrado – le contó Rafael mientras va retrocediendo poco a poco. Entonces, saca la escopeta recortada comienza a disparar mientras huye del monstruo que, pese a su lentitud, poco a poco, a ganando terreno. El experimento Elsex arremete como un toro contra el mercenario, derribándolo y tirandose encima de el, sin embargo, su oponente reacciona y con la escopeta, dispara un extintor que explota a la altura de la cabeza de su enemigo, zafándose de el. Rafael gira a la izquierda del pasillo y se da cuenta de que esta en la entrada, ahora bloqueada por la cuarentena. Entonces el mercenario se coloca en la puerta y justo cuando el zombie de acero se lanza contra el, roda hacia un lado y su oponente destroza la puerta con facilidad. En el exterior del edificio, ya de noche, Rafael sale disparando con la escopeta hacia el zombie, que se intenta levantar, pero este de improvisto agarra la recortada y con su enorme fuerza, la aplasta. El mercenario no se deja amedentrar y cuando el zombie abre la boca para intentar morderle, le coloca la pistola en ella y aprieta el gatillo, seguro de que esta vez, lo eliminaría. Sin embargo, no solo no le causo el más mínimo daño sino que el zombie cerro la boca, rompiendo la pistola y con un manotazo lanza a Rafael varios metros atrás .Mientras camina hacia el dolorido mercenario, que se esfuerza en ponerse en pie, escupe el cañón del arma y dice:
- También me forraron parte de lo dentro, venga ya, acéptalo yo ganare y seré la herramienta prelidecta de Ricardo, no tu ¿No lo sabes? Todo esto no es mas que una prueba para ver quien es la marioneta de mi líder, si no ¿por que crees que no te mato?

- Oh, maldito gilipollas, no soy estupido, yo ya lo sabia, todos me usan y solo al final, se arrepienten de haberlo echo, como hará tu líder, cuando me intente usar y haga lo que el no quiera que haga – le responde el mercenario mientras recarga su pistola con el único brazo sano
Sin decir una palabra, el zombie de acero se lanza contra el mercenario, mientras este vacía el cargador de su pistola en la cabeza del objetivo, sin resultados. El zombie al llegar hasta el, le ataca con las garras y le abre unos terribles arañazos en el pecho al mercenario, que cae al suelo, gritando de dolor. El zombie le agarra el pelo y le golpea la cara, rompiendo la nariz a su oponente y para rematar le lanza contra el suelo y se tira encima de el y justo cuando acerca sus fauces para asestar el mortal golpe, el mercenario saca su cuchillo y se lo clava en la parte mas abollada de la cabeza de su oponente, atravesando el roto metal y llegando al cerebro, matándolo por fin. Tras quitárselo de encima y colocarse la nariz en su lugar, Rafael mientras enciende un cigarrillo le dice al cadáver:
- Tan inteligente y no te dabas cuenta de que estaba siempre disparando al mismo punto de la cabeza, para debilitarlo, que joder, el acero no es invencible.

Unos minutos después, tras volver al edificio a por armas y medicinas, el mercenario sale, casi totalmente vendado y se dirige hasta la parte de atrás, donde ve su billete de salida, un helicóptero.
- Ahh, doy gracias al ejército español por enseñarme a pilotar, joder ¡gracias!- mientras agradece a los cielos, el mercenario se sube al helicóptero y tiempo después, deja la isla surcando los cielos.



Un mes después

Rafael Costa bebe de una botella de agua y enciende otro cigarrillo, se recuesta en el mullido sillón del lujoso piso. Delante suya, esta una mujer muy bien vestida atada que sonríe fingidamente, el mercenario continúa con su historia:
- Y mira, horas después de luchar contra ese hijo de puta, llego a la costa y allí, tras unas merecidas vacaciones, vuelvo aquí, a España y oye, yo, aunque sea español, odio España, es totalmente igual a las demás ciudades de Europa, solo se diferencia en la lengua y en cuatro cosas mas. Pero bueno, aquí estoy, hablando contigo.
- ¿Por que, me cuenta usted eso? ¿Que le echo? – pregunta asustada, la mujer
- Es solo un trabajo, veras soy un mercenario y me han encargado que te matara. Así que aprovecho y cuento mi vida.
- Pero… yo puedo pagarle, mas de lo que le han pagado, soy presentadora de televisión, seguro que usted me recuerda de algunos programas.
- Soy anticonsumista y además, no tengo antena, solo utilizo la tele para ver pelis y jugar de vez en cuando y por cierto, ¿no serás por casualidad presentadora de un programa rosa o de tertulia?
- Pu…pues... si.
- Bien, por que esos programas son la segunda cosa que mas odio, los niños lo primero, así que creo que tenemos que terminar por hoy – El mercenario saca una pistola de 9mm y dispara varias veces a la mujer.

-Un momento, la tía a la que tenia que matar no era presentadora de televisión ¡Mierda, me he equivocado! Bah, da igual.



Fin

No había leido el final del relato es muy bueno.